Tratar al periodismo y a los periodistas como el enemigo se ha convertido en un escenario común en América Latina. Gobiernos que acorralan con restricciones legales el funcionamiento de los medios; otros forzan al exilio a sus periodistas con la intención de ocultar sus investigaciones y acallar sus voces; también, crean casos y acusaciones legales para acabar con su prestigio. Investigar el poder, informar a los ciudadanos con veracidad y ser independientes, ha convertido al periodismo en el enemigo de los poderosos que quieren mantener sus regímenes. Jennifer Ávila, directora de Contracorriente en Honduras: Marvin del Cid.